05 febrero, 2007

Historia

Los primeros textos históricos sobre esta música relatan leyendas de las tradiciones indígenas de los árabes preislámicos, tribus nómadas agrupadas en clanes. La expresión fundamental de estos beduinos era la canción de caravana o ‘huda´, un canto fuertemente rítmico y repetitivo, con cierto matiz de queja. De esta expresión musical derivan las ‘ghina´, o canciones de los primeros músicos islámicos. Dichas canciones empiezan ya a denotar influencias bizantinas y persas.
Doce años después de la muerte de Mahoma, los ejércitos islámicos comenzaron a formar el futuro imperio. Se conquistaron Siria, Iraq, Persia, Armenia, Egipto y Libia, y con esto empezó el contacto y la influencia mutua entre las culturas conquistadas y la conquistadora, hecho que se prolongaría durante toda la expansión del imperio islámico. En dicha época empieza a conformarse el sistema modal.
El imperio islámico siguió extendiéndose, trasladándose la capital a Damasco. El músico más importante de la época de los Omeyas fue Ibn Misjah. Nacido en la Meca de una familia persa, viajó a Siria y Persia, donde aprendió la teoría y la práctica bizantina y persa, añadiéndolas a la formación árabe que ya poseía.